lunes, 26 de marzo de 2012

Capítulo 8: Intimidad de altura.

(Salto temporal hasta la llegada a Londres)
Era mi primer día en Londres y Belén y yo nos fuimos a ver el ojo de Londres. Tenía muchas ganas de verlo. Como Belén había vivido allí de pequeña tenía una casa en donde viviríamos cuando empezase la universidad.
Estuvimos casi una hora en la cola. Entramos en la cabina las primeras. Yo fui directa a la ventana del fondo; podía ver el río a un palmo de mi cara, como si al alargar la mano fuera a destrozar la perfecta armonía del agua. Parecía como una niña pequeña viendo un juguete nuevo. Era precioso.
En ese momento me di cuenta de que la noria se puso en marcha.
-No me puedo creer que estemos tú y yo solas.
-Emm…. Elena, no estamos solas.
Me giré y la vi a ella abrazada a Harry. Los chicos estaban en la puerta, sonrientes, expectantes por saludarme y en el fondo con la cara agachada, estaba Liam.
-¡Pequeña gafitas!
-Oh Louis… Te he echado de menos.- Nos dimos un abrazo.
-Esto no se lo digo a cualquiera, pero por ti haré una excepción. VAS HAPPENNIN?
-¡Zayn! Que sepas que por vuestra culpa me sigue mucha gente en twitter.
-¿Se supone que no podíamos hablarte?
-Oh si. Me ha hecho mucha ilusión no perder el contacto con…vosotros.-Acabé la frase en un suspiró. Me costó terminarla horrores.
-¡Ya vale! Dejad a mi preciosa en paz.
-¡NIALL!- Me lancé a sus brazos, le debía todo. Por él ahora estaba aquí.-No sabes lo mal que lo he pasado sin ti. Te he echado demasiado de menos.
-Que si… Que le quieres mucho. Pero que es hora de un “random pose”.
Louis sacó la cámara y comenzó a hacer fotos a todo bicho viviente. De repente alguien me cogió la mano.
-Hola Elena.
-Ho…Hola Liam.
-Oye, siento mucho lo de Madrid. Te lo quería decir antes, pero me ha sido imposible hablar contigo. No quería decírtelo porque…
-Tenías miedo de mi reacción.
-Si…
-Yo también siento no haber hablado. Pero no quería desconcentrarme con los exámenes y tal.- Inventé.
-Entonces, ¿Sigues siendo mi princesa?
-¿Prometes no dejarme nunca?
-¿Por qué me contestas con preguntas?
-¿Por qué tú también?
-¿Sabes que te odio?
Sabía que lo decía en broma, pero eso me dolió y la sonrisa desapareció de mi cara.
-Oh, lo siento. No quería… Te quiero.
-¿Entonces no me dejarás nunca?
-Te contestaré sin que la respuesta sea una pregunta.
Me agarró de la cintura y me apoyó en la barandilla de la cabina. Estábamos muy juntos. Me agarré a su cuello. Nuestros corazones se aceleraron. Primero besó suavemente mi labio inferior.
Se separó unos milímetros y me dijo:
-Te quiero.


2 comentarios:

  1. NO DEJES DE ESCRIBIR ESTO, QUIERO MÁS, OK? ESTOY IMPACIENTE PARA EL CAPÍTULO 9! TECLEA, TECLEA!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si si, pero dame tiempo, que los tengo que pasar del cuaderno a ordenador y estoy de examenes :S Gracias por todo cariño! Eres una gran fan ajjajaj Por cierto, estoy casi acabándola eh....

      Eliminar